Programa global STEM que empodera a las niñas para que sueñen a lo grande y cambien el mundo
Con apoyo de Scotiabank, Technovation Girls enseña a las niñas de Chile y México tecnología, iniciativas de emprendimiento y a tener confianza en sí mismas.
Arriba: Tara Chklovski, fundadora de Technovation Girls
Cuando tenía sólo 16 años, Javiera Geraldo subía los viernes a medianoche a un autobús en Coquimbo, su ciudad natal, para recorrer 450 kilómetros hasta la histórica ciudad portuaria de Valparaíso, Chile. Después de asistir a clases todo el día, volvía a subir a un autobús para el viaje de vuelta.
Durante un año, antes de empezar a tomar esos autobuses, ganó dinero vendiendo varias cosas y haciendo pequeños trabajos para ahorrar el billete. Además, logró convencer a su madre de que ir sola a una ciudad lejana en autobús nocturno estaría bien, y que valía la pena tanto el esfuerzo como la preocupación de su madre.
Javiera, quien ahora tiene 18 años relató en una entrevista: “le dije, quiero estudiar en una ciudad desconocida con gente desconocida en una institución desconocida. No hay problema, ¿verdad?”.
Con el permiso de su madre, Javiera emprendió esos largos viajes para participar en Technovation Girls, un programa de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) que no estaba disponible en Coquimbo en ese momento. Technovation capacita a niñas de países de todo el mundo para que se conviertan en líderes, innovadoras tecnológicas y puedan resolver problemas.

Javiera Geraldo
A lo largo de las 12 semanas que dura el programa de emprendimiento tecnológico, niñas de entre 8 y 18 años trabajan con mentores para identificar problemas en su comunidad y desarrollar soluciones y negocios basados en la tecnología para resolver esos problemas. Las niñas aprenden a programar, utilizar la inteligencia artificial, desarrollar aplicaciones, y adquieren las habilidades necesarias para presentar con éxito sus innovaciones y planes de negocio.
“Una de las cosas más importantes que obtuve de Technovation, además de los conocimientos y las habilidades técnicas, fue la inspiración para creer en mí misma, para creer que realmente puedo tener un impacto en el mundo”, dijo Javiera, que ahora tiene 18 años y ha recibido una beca para asistir a la universidad en Estados Unidos. “Me cambió la vida”.
A grandes problemas, grandes soluciones
Technovation fue idea de Tara Chklovski, una ingeniera aeroespacial de Los Ángeles. Trabajaba para una empresa que diseñaba aviones a principios de la década de 2000 cuando empezaron a construir drones militares. Ella no quería dedicarse a eso, así que emprendió un nuevo camino. Se preguntó cuáles eran los grandes problemas del mundo y cuáles las grandes soluciones.
“Uno de los grandes problemas que descubrí fue que en una época en la que puedes ir a la luna y conectar con personas de todo el mundo, el lugar donde naces sigue determinando tu potencial”, explicó Chklovski.
En 2006 puso en marcha una organización educativa sin fines de lucro, entonces llamada Iridescent, cuyo objetivo era “llevar las tecnologías más vanguardistas, la mejor educación del mundo, a las comunidades menos representadas”, aseguró. Ofrecía cursos virtuales y tutorías, y lanzó uno de los primeros juegos educativos para iPhone y un programa de educación de inteligencia artificial en 2017, mucho “antes de que la IA estuviera en la conversación de la gente”.
Technovation Girls se lanzó en 2010 y desde entonces se ha globalizado, con la participación de niñas de más de 160 países. Desde su lanzamiento, más de 160,000 niñas han pasado por el programa, con el apoyo de 21,000 voluntarios capacitados como mentores y facilitadores.
Scotiabank apoya a Technovation con una inversión de $500,000 en tres años para colaborar con la ampliación del programa en Chile y México. La donación del Banco es parte de la inversión del programa comunitario ScotiaINSPIRA, por un valor de $500 millones, que busca ayudar a los demás a lograr su máximo potencial, y que tendrá impacto en 1,470 niñas, involucrará a 1,770 exalumnas y movilizará a 300 voluntarios en México y Chile.
“Nos enorgullece apoyar la misión de Technovation para empoderar a las niñas y que se conviertan en líderes que resuelven problemas en México y Chile,” dijo Meigan Terry, Directora General de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Scotiabank. “Este programa aumentará significativamente la confianza en sí mismas de muchas niñas, su cultura financiera, así como sus conocimientos sobre inteligencia artificial y emprendimiento, y a largo plazo mejorará sus oportunidades profesionales, su estabilidad financiera y su poder adquisitivo.”
Programa respaldado por investigaciones
La fórmula de Technovation Girls está respaldada por una amplia investigación y experiencia.
“A lo largo de los años hemos realizado numerosos experimentos y analizado los datos sobre lo que genera cambios a largo plazo y permite a las personas desarrollar todo su potencia,” explicó Chklovski. “Y el resultado fue este modelo, en el que las niñas trabajan en un equipo de puras niñas, apoyadas por mentores del sector, para definir juntas un problema en su comunidad y luego crear una aplicación móvil o un prototipo de inteligencia artificial y lanzarlo como negocio.”
“Están aprendiendo todos los procedimientos de la investigación de la competencia, investigación de usuarios, averiguando todos los elementos éticos de la misma y luego lanzándola, comercializándola, y luego subiendo al escenario para presentarla a los inversionistas. Es una experiencia dinámica de tres meses que resulta transformadora.”
Aunque muchas ex alumnas de Technovation Girls han creado sus propias empresas tecnológicas o trabajan en el sector STEM de algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo, Chklovski afirma que las aplicaciones o empresas que crean las participantes en el programa no son el objetivo final.
“Nuestro producto no es la aplicación, sino que es la niña”, aseguró. “Este es el tipo de personas por las que harías todo lo posible para que formaran parte de tu equipo, porque no tienen miedo. Saben aportar sus ideas y puntos de vista únicos y están muy familiarizadas con las tecnologías de vanguardia, además de que no tienen miedo de aprender.”
Javiera es un buen ejemplo de ello. Dice que aprendió a ser resiliente por su madre, una madre soltera que iba a la universidad mientras cuidaba de sus hijos, y que le enseñó que tenía que devolver algo a su comunidad. Technovation la ayudó a adquirir las habilidades y la confianza necesarias para hacerlo.
Ahora es una estudiante embajadora de Technovation, que ayuda a difundir en Chile las oportunidades de aprendizaje y crecimiento que ofrece el programa, incluso en su ciudad natal, donde ya está disponible.
Después de cursar estudios universitarios en Estados Unidos -su sueño es asistir a la Universidad de Stanford- quiere volver a Chile y seguir ayudando a su propia comunidad.
Su principal objetivo es utilizar la biotecnología y la ingeniería genética para hacer más accesibles los tratamientos oftalmológicos.
“La misión de inspirar a las niñas es el mayor triunfo de Technovation”, afirmó Javiera. “Te da el poder de creer en ti misma y, por lo tanto, de hacer un cambio en el mundo e inspirar a otros para que lo hagan. Te das cuenta de que todos estamos en este camino de hacer del mundo un lugar mejor.”