Aprendiendo sobre liderazgo al aire libre

Verdadero amor patriótico - Expedición Mackenzie de Scotiabank en el centro de Columbia Británica.

Por Shelley White

Este artículo fue publicado primero en womenofinfluence.ca.

Tras seguir el ejemplo del famoso explorador escocés sir Alexander Mackenzie, este verano se convirtió, según Gillian Riley, en una experiencia que cambió su vida.

Ella recuerda el momento en que su equipo de expedición llegó a la roca donde Mackenzie escribió su nombre en 1793, convirtiéndose en el primer europeo en cruzar Canadá de costa a costa. Cansados, luego de 10 días de excursión en las montañas costeras de Columbia Británica, rafting y canotaje en las tempestuosas aguas del Río Bella Coola, los miembros de su equipo se detuvieron y cantaron el himno nacional “O Canadá” a una sola voz. Gillian dice que fue un momento emotivo para todos los que estuvieron ahí.

“Todos lloramos” señala Gillian, Vicepresidenta Ejecutiva de Banca Comercial en Scotiabank. “Fue tan emocionante; ni siquiera lo puedo decir con palabras. Habíamos estado trabajando juntos por 10 días y cuando llegamos ahí, teníamos ese sentimiento mágico de ‘lo logramos – y nadie más lo ha logrado desde que él lo hizo’. Saber que llegamos allí como un equipo fue muy, pero muy valioso”.

La expedición de Gillian fue una de las tres aventuras desafiantes que patrocinó Scotiabank este verano en alianza con True Patriot Love, una fundación caritativa que brinda apoyo para el bienestar mental, físico y social de las 700,000 familias de militares que viven en Canadá. Dicha expedición reunió a líderes de negocios influyentes con veteranos de las fuerzas armadas enfermos o heridos, brindando de esta manera a los soldados oportunidades de tutoría y encendiendo una luz de esperanza sobre los desafíos que enfrentan los veteranos cuando realizan una transición de la vida militar a la vida civil.

Gillian indica que el único conocimiento que la mayoría de gente tiene con relación a las experiencias de combate del personal militar proviene de los libros y películas.

“Parece algo lejano y foráneo. Pero cuando uno habla con miembros de las fuerzas militares, uno entiende lo que ellos hacen para proteger y servir a nuestro país y la pasión con la que lo hacen” señala. “Muchos de ellos son la tercera y cuarta generación de militares y sienten la obligación de proteger a este país”.

Los veteranos del equipo de la expedición fueron abiertos en cuanto a sus experiencias en combate y algunos de los desafíos que enfrentaron durante su transición a la vida civil. Gillian señala que el ascenso a las montañas les dio bastante tiempo para mantener conversaciones personales con sus compañeros militares, así como discusiones de grupo al final del día.

“Pasamos mucho tiempo hablando. Ellos compartían sus historias con el grupo, con las personas que hacían preguntas y trabajaban para resolver problemas con ellos” señala ella.

Había mucha diversión en el viaje, indica Gillian, sobretodo juegos de cartas como euchre. “Recibí un correo electrónico de un compañero militar esta semana, donde decía que la mejor parte del viaje para él fue el juego de cartas” señala. “También, las risas, el sentido del humor; no me he reído tanto en 10 años”.

Gillian señala que fue al proyecto sabiendo que ella tendría la oportunidad de brindar tutoría a los veteranos enfermos y heridos que están tratando de desarrollar carreras importantes en el ámbito civil. Pero pronto se dio cuenta de que la oportunidad iba en dos direcciones. En Scotiabank, Gillian es una líder experimentada, responsable del posicionamiento y crecimiento estratégico de la división de Banca Comercial, además dirige a una importante fuerza de ventas. Pero el tiempo que pasó con los veteranos reforzó en ella la idea de que todavía hay más por aprender.

“Las lecciones que aprendí desde el punto de vista del liderazgo y personal fueron enormes” señala.

Una de las cosas más importantes que ella aprendió fue cómo ser una “seguidora”, una herramienta esencial en las fuerzas militares.

“Tuve una persona a la que asesoré específicamente en el programa, pero creo que más bien él se convirtió en un mentor para mí” señala Gillian. “Una de las cosas que me enseñó desde el principio fue que ‘un buen líder es un buen seguidor’. Se trata de escuchar mucho, realizar preguntas abiertas antes de pasar a las respuestas. Realmente he estado practicando eso justo esta semana. Aprender cuándo debo retroceder para escuchar y no intervenir inmediatamente para tratar de resolver algo. Esa es una de las lecciones que me he llevado y que ya he compartido con mis equipos”.

Luego de haber establecido esas conexiones con su equipo de expedición, Gillian señala que los lazos permanecen ahí. Ella ha estado en comunicación por teléfono y correo electrónico con varios de sus nuevos amigos y seguirá brindándoles tutoría y apoyo mientras ellos desarrollan y exploran una trayectoria profesional luego de su incursión en la vida militar.

No son solo los veteranos quienes se benefician cuando realizan su transición al ámbito laboral civil, indica Gillian. Las empresas canadienses pueden beneficiarse considerablemente al contratar a veteranos, y esta es una práctica que Scotiabank ya está desarrollando. La manera en que son entrenados y las habilidades que desarrollan en las fuerzas militares podrían ser una ventaja para cualquier organización.

“Cuando se va a la batalla, uno necesita estar bien entrenado, necesita estar bien bajo presión; necesita ser muy disciplinado” ella señala. “Hay tantas oportunidades de contratar a miembros de las fuerzas armadas y no creo que las empresas siempre entiendan eso. Creo que mientras más podamos ayudar a las empresas a buscar una manera de incluir a militares en sus organizaciones, mejor será”.