Durante mis estudios de pregrado siempre sentía incomodidad cuando me preguntaban “¿qué vas a hacer cuando te gradúes?” Recuerdo haber sentido asombro cuando otros estudiantes respondían con toda seguridad a esa pregunta. Sentía celos.
Quiero decir, seamos reales, me cuesta decidir qué ordenar en un menú brunch, ¿y ahora preguntaban qué quería hacer por el resto de mi vida? Al final, lo único claro que tenía era que necesitaba un empleo tan pronto me graduara.
Durante mi último año en la universidad tuve la impresión de que debía tomar una decisión concreta y permanente sobre mi carrera profesional. Era como si al tomar esa decisión se definiría por completo mi desarrollo profesional y se limitarían mis oportunidades para ir por otras rutas. ¡En retrospectiva, puedo jurarlo, era muy ingenua!
Las rutas de desarrollo profesional son como las relaciones: no se trata solo de saber qué queremos, sino de reconocer qué no queremos. Cuando me gradué, me apresuré a tomar el primer empleo a tiempo completo que se me presentó, y en ese momento supe qué era exactamente lo que no quería para mi carrera profesional. ¡PARA NADA era un trabajo para mí! ¿Desperdicié mi tiempo? De ninguna manera. Además de las ideas que me acercaron más a una carrera profesional satisfactoria, obtuve habilidades transferibles, que fueron clave para otros puestos futuros. Pero ahora sé que pude haber tomado una decisión mejor informada sobre mi primer empleo oficial.
En esta etapa final de tu época de estudios académicos, es importante que reflexiones sobre tus intereses y mejores tus fortalezas. También es importante que abandones la idea de que una elección profesional en este momento descartará todas las oportunidades que se te presenten en el futuro. Vale la pena dedicar tiempo a elegir una carrera profesional, pero antes de comenzar este recorrido y comenzar a postular a los empleos, te presento cuatro consejos para descubrir la ruta de desarrollo profesional adecuada para ti:
1) ¿Qué te apasiona?
La pasión es muy importante para decidirse por alguna ruta de desarrollo profesional, debido a que querrás motivación y sentir que marcas una diferencia positiva. Piensa en los temas que te gustaron mientras estudiabas. ¿Qué lecturas disfrutaste? ¿Hiciste trabajo de voluntariado que te fascinó? ¡También puedes hacer un test vocacional en tu escuela! Es una gran herramienta y sirve como punto de partida para tener ideas y reflexionar.
2) ¿Qué estilo de trabajo prefieres?
También deberás pensar sobre tus propias preferencias sobre el entorno de trabajo en el que podrías prosperar. ¿Te gustan los entornos dinámicos? ¿Te gusta crear o producir cosas tangibles? Quizá te guste resolver problemas y enfocarte en una sola tarea a la vez. ¿Te gusta comunicarte con los demás de manera regular? No hay respuestas correctas o incorrectas a estas preguntas. Es importante que consideres las tareas cotidianas en los empleos porque quizá podrían fascinarte ciertos sectores o empresas, pero las tareas cotidianas en ellas no se alinean con lo que disfrutas hacer o con la forma en que te gusta trabajar.
3) ¿Qué opciones tienes?
Es importante considerar como se entrecruzan tu talento natural, las necesidades de la organización y las tendencias globales. Busca el equilibrio, el punto donde se encuentran estas tres áreas. Recuerda que los nombres de los puestos solo los definen parcialmente, pero las descripciones ofrecen más detalles sobre las habilidades y tareas que se requieren.
4) Establece redes de contacto!
No puedo hacer suficiente énfasis en este asunto, pero las redes de contacto son cruciales, sin importar en qué etapa de desarrollo profesional te encuentres. En este caso, al iniciar tu carrera, establece redes con personas de los sectores que más te interesen. Habla con tus familiares y amigos, quizás conozcan a alguien, e incluso puedes comenzar a buscar en LinkedIn y enviar mensajes. La mejor manera de aprender es hablando con expertos del sector. Haz preguntas interesantes, ¡te sorprenderás de saber qué tan distintos son ciertos puestos con relación a cómo los imaginabas!
Puede que encontrar la ruta de desarrollo profesional adecuada sea un proceso estresante, y posiblemente no sabemos cuál será el siguiente paso, sin embargo, reflexionar sobre estos asuntos importantes es de gran ayuda para tomar esta decisión. Yo misma, al ocupar un empleo que me encanta, puedo decir que la inversión en el autodescubrimiento vale mucho la pena cuando tienes una carrera que disfrutas.
Por: Ana Moaz, Consultora Sénior, Adquisición de Talento
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